El tiempo inexorable.
Los años.
La edad que sentimos tener.
A través de un texto de Marguerite Yourcenar, que sirvió de disparador, empecé a elaborar la idea inicial.
Consecutivas reuniones, encuentros, intercambios, siempre en un clima de generosidad y respeto, ayudaron a darle forma y consolidar el proyecto.
A este grupo "mujeres x mujeres" va mi profundo agradecimiento y todo mi afecto. GRACIAS!
Este trabajo está dedicado a mi madre.
“Mi edad cambia, siempre ha cambiado, de hora en hora: en los momentos de cansancio, tengo un siglo; en los momentos de trabajo intelectual o de conversación, tengo, pongamos, unos cuarenta; en los ratos de esparcimiento, paseos por el jardín, juegos con el perro, me da la impresión de que tengo cuatro.” Marguerite Yourcenar
